Los mejores libros para el sexo

Si tenés ganas de profundizar tus conocimientos en el campo erótico, nada mejor que instruirse; te presentamos una guía para que elijas qué vas a leer antes de ir a la cama (o al lugar en donde tengas ganas de hacerlo...)

Soluciones para el buen sexo , Juan Carlos Kusnetzoff. (Del Nuevo Extremo, $54).

Es una especie de manual de uso, pero ¡atenti! Si bien parte de una explicación sobre el comportamiento erótico en general, ahonda puntualmente en problemas sexuales. 

Es interesante cómo da una solución y distingue sugerencias para la mujer y otras para el hombre. 

Aunque, desde ya, Kusnetzoff aclara que la vida sexual no depende de uno, es algo que se construye necesariamente a dúo.

¡Ponele ganas! , Paola Kullok. (Aguilar, $69).

Con un sentido del humor desopilante y gran conocimiento (práctico, cero teoría) del tema, Paola Kullok volcó en un libro su prédica incansable para un sexo más interesante, divertido y más rico. 

La visión está orientada a darles placer a ellos, pero bueno, ya sabemos que es una inversión que termina siendo un buen negocio porque da ganancias. Juegos, posiciones, propuestas y técnicas de masajes hot. Está bueno.

Kama Sutra , anónimo. (Grijalbo, $79).

El libro compila tres obras que ya son un clásico y que si bien fueron escritas a fines de la década de 1880, siguen vigentes en tanto tratado erótico oriental. Se trata del Kama Sutra de Vatsyayana; el Ananga-Ranga, de Kalyana Malla, y el Jardín Perfumado. 

Desde una visión hinduista, se capta el sexo desde una dimensión sagrada y en tanto "arte". Las ilustraciones son, en algunas partes, más elocuentes e inspiradoras que los textos.

Eco sex , Begoña García. (Océano-Ambar, $55).

Una periodista española se tomó el ¿trabajo? de buscar cuál es el camino más ecológico para el sexo. 

Intenta que tomes conciencia de la importancia que tiene, que elijas sex toys de los que no llevan pilas, que optes por lubricantes naturales (como la saliva) en lugar de comprar productos industrializados, que en la higiene posterior ahorres agua, que uses profilácticos biodegradables, etc. Una mirada en verde.

Sexo como Dios manda , Ksawery Knotz. (Lumen, $48).
Escrito por un cura (sí, ¡por un cura!), este libro desmitifica la idea de que sexo y catolicismo se oponen. Explica cómo se puede ejercer la vida sexual dentro de los parámetros de la religión y sostiene que disfrutarlo -dentro de lo "permitido", desde luego- es un acto de fe antes que un pecado. 

Se habla de anticoncepción y de cómo interpretar en la cama los códigos básicos de la moralidad católica.

En enigma de la vagina , Eduardo H. Grecco. (Ediciones Continente, $46)


Consiste en un ensayo que enfoca la vagina como un órgano vivo: que tiene memoria, que habla, que consta de un ser anatómico y otro emocional, que maneja su propia meteorología. 

El punto de partida del autor, un psicólogo argentino que escribió varios libros de autoayuda, es pretencioso, y en el desarrollo queda un poco a mitad de camino. Pero plantea algunos interrogantes muy originales.

Solo quiero sexo , Emily Dubberly. (De Bolsillo, $27).

Un relato ligero (y algo almidonado) sobre situaciones en las que el amor no es el motor, sino las ganas de un encuentro casual. Y nada más. Te orienta sobre cómo podés reconocer al hombre adecuado para eso y te da consejos para manejar la cuestión el día después. 

Cada capítulo cuenta anécdotas y también da sugerencias para "despuntar el vicio" de una manera segura y sin correr riesgos.

Tantra, espiritualidad y sexo , Osho. (Arkano Books, $52).

Es uno de los libros en los que Osho retoma los lineamientos del tantra. Esta vez, para explicar de qué manera se conciben allí las relaciones sexuales como vehículos de integración. 

En esta perspectiva, el sexo sirve para unificar cuerpo y alma. En coincidencia con su línea, lo que propone es olvidar los mandatos sociales preestablecidos, y abre la puerta a otra forma de iluminación.

Diccionario de los sueños sexuales , Martha Clarke. (Océano Ambar, $58)


Mientras dormimos, nuestro inconsciente nos manda mensajes. Y se calcula que el 8 por ciento de esa información tiene connotaciones sexuales. De la mano (¡de la pluma, bah!) de esta psicóloga, aprendé a descrifrar la carga erótica de tus sueños para darles permiso a deseos inconfesados y fantasias recurrentes. 

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