Antes de subir al escenario ‘‘Nachito’’, como lo llaman todos los que conocen el ambiente del rock en Ezeiza, es un chico tímido y callado pero una vez que se sienta frente a los platillos y tambores de una batería, su mirada y gestos cambian. Como en una mutación el niño se transforma en un baterista avezado y toca a la par de cualquier músico local.
Nachito interpreta la bata desde hace dos años, como toda estrella sube al escenario sólo cuando es necesario, por lo regular interpreta los últimos dos temas en las presentaciones del Dengue, siempre y cuando el show tenga las condiciones para que él pueda presentarse.
El público, que ya lo conoce ni bien lo ve subir a escena, corea su nombre, los que no, aplauden y en muchos casos se emocionan por ver a este chiquito, casi diminuto e imperceptible, detrás de los grandes tambores y platillos.
El niño sintió un interés particular por la batería y a pesar de que nunca estudió formalmente, los bateristas que formaron parte de la banda de su papá le enseñaron a interpretar sus primeros temas. En especial el actual baterista del Dengue, Marcelo Caro, quien contribuyó a que el nene pueda demostrar sus dotes musicales con un alto grado de profesionalismo.
El chico no sólo interpreta bases rígidas de batería, sino que espectaculariza sus presentaciones jugando con sus palos antes de tocar e incluso realiza solos de batería de un buen nivel. Además, toca covers de varios artistas como La Renga, Pier y bandas locales como Encrucijados. Y por si fuera poco hace algunos meses comenzó a tocar la guitarra.
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