Roberto Pettinato: "Mis momentos de genialidad son absolutamente míos y no son los que la gente cree"

Con versatilidad y un humor inteligente, Roberto Pettinato se consolidó como una de las grandes figuras de la televisión y radio. Generación XXI habló con él sobre su trabajo como conductor, sus límites y el paso Sumo.


La trayectoria de Pettinato impresiona, se inició como cronista de la revista musical El Expreso Imaginario, luego se unió como saxofonista a la legendaria banda Sumo, donde tocó hasta 1988, fecha en la cual se disolvió la agrupación luego de la muerte de Lucas Prodan. En 1987 condujo el programa Estación Musical, y para principios de los ’90s, Sofovich lo sumó a la conducción de La Noche del Domingo. En 1993 Pettinato quedó al frente de su propio programa, Mira quien canta, y luego le siguieron 360 todo para ver, Duro de Acostar, Indomables, Duro de domar, y Que parezca un accidente, entre otros ciclos. Actualmente es la cara de la tercera temporada de Un Mundo Perfecto por América.
Además, Pettinato ganó dos veces el Martin Fierro tanto por su labor en TV y en Radio. En gráfica dirigió la revista La Mano, escribe periódicamente para medios nacionales y es autor de tres libros: ‘‘Roberto Pettinato y Now’’, ‘‘Hombres que aman demasiado’’ y ‘‘Sumo, por Pettinato’’. Quizás esa pasión por la escritura es la que hace que la mayoría de sus entrevistas sean por el correo electrónico.
-Uno se imagina que Pettinato, ávido lector y melómano, es hijo de un artista. Sin embargo, tu papá trabajaba en penitenciarías...
–Así es la vida, gracias al cielo. El arte efímero: eso es lo mío. Es el haber vivido con cientos de diferencias. Un día le pregunté a mi padre si le gustaba la música, porque nunca lo había visto o escuchado, aunque fuera, tararear una canción. Me dijo que no, y después me aclaró que ciertas óperas, que también era mentira. Los hijos que siguen las carreras de sus padres... difícil que los superen. Los que hacemos todo lo contrario, por lo pronto... nos regodeamos de haber sido ¡rebeldes...! ¡Mejor...! ¡De fracasar con rebeldía!
–¿Qué parte de tu personalidad odias y cuál te parece genial?
–Mis momentos de genialidad son absolutamente míos y no son los que la gente cree. Es más: por lo general creo haber dicho algo genial y nadie lo entendió o a nadie le importó. Igual, no hay que confundir genialidad con alta inspiración. Pero el mundo está diseñado así y no lo podemos cambiar: Dalí era genial y adiós. Y no es cierto. Tendría sus desgracias y sus paranoias y su estupidez a flor de piel... pero ¡de ahí a genio todo el día! Por Dios, eso no existe. Lennon nos parece genial y sin embargo era una suerte de niño al que Yoko Ono tenía que racionarle los chococates para que no engordara. Yo tengo malos humores, inseguridades de lo más tontas u obsesiones que no conducen a nada claro. Y finalmente de eso pude construir un personaje que se fue haciendo solo sin que me diera cuenta. Muchas veces la genialidad sólo consiste en aquella tontería que al otro no se le ocurrió. Pero no mucho más. Sinceramente mi obra no es algo tan grande ni importante. Pertenezco a la maquinaria de la televisión y punto.
–¿Cómo es Petti en la radio y cómo es en la TV?
–En la radio: normal, sincero y tierno. En la tele: cerdo, ácido, irónico, frío y calculador. Un proyecto que me llevó años desarrollar y mejorar.
–Los momentos de felicidad los asociás siempre con la música. ¿Entonces la tele sólo es un medio para ganar guita y después hacer lo que a uno más le gusta?
–La televisión es otro trabajo más. No hay que defenestrarla como si fuera un cajero automático. La gente que hace eso nunca hará nada copado aunque puede que esté dentro de un éxito. (Gustavo) Yankelevich y (Gerardo) Sofovich me enseñaron, sin darme clases particulares, que la televisión es seria y nunca se muestran los decorados por detrás, ni que todo es una joda cualquiera. Por eso los productos de Cris Morena están hechos en serio y pegan. Uno debe creerse la película primero para después vendérsela a los demás. ¡¿Cómo te crees que hicieron La Guerra de las Galaxias que de hecho en la vida real no existe?!
—¿Te sentís cómodo en el rol del conductor distinto o a veces te pesa ese mote?
—Si distinto significa mostrar siempre algo nuevo es pesado. La gente espera que lo hagas vos y no ellos. Es lógico, el público no tiene por qué hacer otro esfuerzo más que el de pagar una entrada o encender el aparato. Sé, concientemente, que no hay dos Pettinatos, pero eso no significa mucho, aunque suene egocéntrico. Eso también puede significar que servís para algunas cosas y no para todas. Pero según mi teoría, como la tele en el mundo se va volviendo más y más loca, necesitarán conductores más y más locos, así que tendré trabajo hasta el día que muera. Y aún después de muerto...bueno, ése es un plan secreto que tengo para legar después de morir.

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4 comentarios:

sos un groso kpo en la tele y en la radio saludo

que maestrooo! el mejoor :)

sos un genio petti TE AMOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Sole Martini

Petti es un astro.... La verdad un idolo

Lucho C.

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