Como disfrutar de las motos y no padecerlas -Primera parte-

El verano produce que las ganas de andar sobre dos ruedas se multipliquen pero a la hora de manejar una moto hay que tener en cuenta algunos puntos importantes para disfrutar de la experiencia y no padecerla.

Los choques en moto cuadriplican a los de automóvil y son la primera causa de accidente entre los jóvenes, en muchos casos mortales.
Al investigar el tema nos encontramos que necesitaríamos toda la revista para abordar aunque sea los puntos más importantes, pero decidimos dividir en tres partes. En la primera entrega veremos las principales causas de accidentes, en la segunda abordaremos las maniobras de escape ante un accidente y en la tercera la documentación que tenés que tener para andar tranquilo.
La mayoría de los siniestros se dan por no cumplir con las velocidades máximas o manejar alcoholizado. No usar casco es una de las causas más frecuente de lesiones severas. ‘‘Un accidente sin el uso de un casco termina el 50% de las veces con una muerte’’, según asegura Jorge Pintos, Director de Seguridad Vial de Ezeiza. Pintos afirma que ‘‘los accidentes se deben más a la transgresión de las normas de seguridad vial que al desconocimiento’’.
Como señala el funcionario, el uso del casco no es un capricho de las autoridades, su correcta utilización previene un 72 por ciento las lesiones cerebrales y reduce un 46 por ciento las posibilidades de muerte en un siniestro vial.
Los cascos
En la elección de un casco es importante tener en cuenta que estén homologados por el IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación) y deben tener la etiqueta con el número del CHAS (Certificación de Homologación de Autopartes y/o elementos de Seguridad). Existen diversidad de modelos y precios, en Ezeiza podemos encontrar las líneas económicas desde los $160. Algunas de las empresas que comercializan motos en el distrito las venden con un casco de regalo pero es importante tener en cuenta que no sólo el que maneja sino los acompañantes deben utilizarlo.
En cuanto a los modelos, los cascos abiertos son menos eficaces, porque hay un sector de la cara que no está cubierto. Algo similar pasa con los cascos modulares cuando son utilizados con su mentonera (sector delantero) levantada, en caso de un impacto no protegerían el sector anterior del rostro. Por su practicidad, el casco modular es el más utilizado. Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad, los integrales son los que brindan la mejor protección.
Los cascos deben cambiarse después de un golpe, aunque sean de alta gama, porque los materiales de relleno se deforman y no recuperan su forma original. Tampoco deben utilizarse cascos que estén abollados o con ralladuras.
Exceso de velocidad
La velocidad inadecuada encabeza el ranking de las infracciones de tránsito más comunes, que son causa directa de accidentes. Es importante saber controlar y adecuar la velocidad a las distintas situaciones de tránsito.
Cuanto mayor es la velocidad, menor es nuestro campo de visión, en caso de accidente, la probabilidad de sufrir lesiones graves o mortales se multiplica. Un choque a 100 Km/h. contra un objeto fijo equivaldría a una caída vertical del vehículo desde una altura aproximada de 40 metros.
Las velocidades máximas para calles es de 40, en avenidas de 60, en rutas de 110 y en autopistas varía entre 110 y 130. Salvo señalización que especifiquen lo contrario y las reglas viales que limitan la velocidad a 20 en colegios, hospitales y lugares de gran afluencia de personas.
Sergio Petrone, corredor profesional e instructor de manejo aseguró que ‘‘la mayoría de los accidentes se dan por las ganas que tiene los jóvenes correr’’ y señaló que solicito al municipio la implementación de una pista para corre en un circuito cerrado. Para Petrone: ‘‘Su implementación permitiría que disminuyan los accidentes porque los jóvenes se van sacar las ganas de competir en un lugar seguro y saldrán a la calle más tranquilos’’.
Sin alcohol al conducir
En los errores de conducción, el alcohol casi siempre se encuentra asociado con la velocidad, el sueño y las distracciones.
La ley que regula la cantidad de alcohol autorizada para conducir motos es de 0.2 gramos por litro de sangre. Por ejemplo una persona de 90 kilos tomando dos vasos de cerveza llegaría fácilmente a la cantidad límite.
El alcohol produce una depresión del sistema nervioso central, deteriorando la función psicomotora, la percepción sensorial (vista y oído), modificando el comportamiento del individuo que muchas veces se traduce en una falsa sensación de seguridad y una toma de mayor riesgo.
En la tabla se presentan los principales efectos del alcohol en relación con las necesidades psicomotoras necesarias para la conducción de vehículos, en función del nivel de alcohol en sangre.
Sólo una correcta atención permitirá toma las decisiones correctas al conducir. Dentro de este contexto el consumo de alcohol juega un rol sumamente negativo, restándole al conductor aptitudes de conducción y una menor percepción del riesgo.

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